lunes, 15 de septiembre de 2014

EPILOGO

HEMOS HECHO MÁS DE 4.000 MILLAS Y ESTADO EN LA MAR 111 DÍAS, MAS O MENOS LOS MISMOS QUE LOS PARTICIPANTES DE LA BARCELONA WORLD RACE, PERO NAVEGANDO “ALGUNAS” MILLAS MENOS, VIENDO MUCHO MAS Y EN VEZ DE DOS TRIPULANTES, SER VEINTINUEVE.
CADA UNO HACE LAS COSAS A SU MANERA ¿NO OS PARECE?

 



EPÍLOGO

“La belleza no radica en el paisaje, ni en las playas, ni en el clima, sino en la capacidad para integrar a todas sus gentes en un suave círculo de convivencia, en un blando colchón de vida común. Locos, bobos, incapaces, ancianos, todos tienen su lugar.”     Javier Reverte (corazón de Ulises).

Aunque en su caso se refiere a los pueblos griegos, su alegato es aplicable al conjunto de gentes que habitan la cuenca del Egeo y del Jónico y aún podríamos decir en casi todo el Mediterráneo. No en vano, ésta, más que una región geográfica, es un universo mental, una actitud, una manera de entender la existencia y de relacionarse con la vida y con el mundo.

Aquí la humanidad acometió algunos de sus más intrépidos desafíos, desde la deducción de las órbitas planetarias en torno al sol o a la composición atómica de la materia, a la invención de la democracia como sistema ideal de gobierno. También germinaron poderosas civilizaciones que forjaron la historia de todos: los fenicios, la minoica y la micénica, antecesoras de la esplendorosa Grecia clásica; el ordenado imperio romano, los cartagineses, el sofisticado universo bizantino, el turbulento mundo medieval de las cruzadas, el luminoso y tan lleno de contradicciones orbe otomano, los venecianos, los genoveses, los españoles, los...

Todas las culturas han llegado a esta esquina del Mediterráneo, pero también se han cometido y se siguen cometiendo atrocidades, asesinatos y genocidios en masa, traiciones, infamias, crueldades sin límites. El mosaico final no estaría completo sin esa tesela, la más fea.

Los que recorremos hoy estos territorios, encomiamos el carácter apacible de sus gentes. Pero cuidado, porque como avisa Reverte “no existe audacia o locura que no haya acometido el mundo antiguo” Esa misma enajenación –creativa o destructiva- alumbra aún a sus herederos, como una llama interior, un rescoldo de la orgullosa rebeldía que indujo a crear, hace tres mil años una sociedad que temía a los dioses, pero no se arrastraba ante ellos, se fundía con ellos. Una sociedad, en fin, dispuesta a enarbolar cualquier causa que se creyera justa sin amilanarse por la magnitud del adversario y para la que no había quimera más noble que la búsqueda de la belleza y de la armonía en cualquiera de sus formas.
 

Dice José María Gironella que:
EL MEDITERRÁNEO ES UN HOMBRE DISFRAZADO DE MAR.

Al principio me sorprendió el título de uno de sus libros de viajes por este mar.
Sin embargo es cierto, que es el mar más  “terrícola” y por consiguiente el mas humano. Durante siglos sus confines marcaron los límites del mundo conocido, fuera de él no había más que bárbaros. Toda la tierra se resumía en él.

La noción del hombre se forjó en Grecia, los romanos luego lo hicieron “ciudadano”, entonces la emoción se transformó en un organismo.
¡Cuántas cosas nos han llegado por este mar!: piratas, cultura, la media luna… ¡A cuantos lugares de él hemos estado presentes los españoles! Yo creo que no nos ha quedado ningún rincón por investigar. En todos mis viajes por sus costas, he encontrado nuestros restos, a veces gloriosos y a veces sangrientos.

Me ha sido grato que todos los tripulantes compartierais conmigo un cúmulo de experiencias y que al final del viaje podamos plantearnos si es verdad o no que:

        El Mediterráneo es un hombre disfrazado de mar.
 
 
El l viaje ha terminado…
Lo digo y no me quedo conforme.
Hemos visto mucho, como mucho ha sido lo que dejamos para “otra ocasión”
Sin duda otros viajes vendrán. En el pasado poco a poco se fue ampliando el radio de la navegación, hasta llegar a donde nos habíamos propuesto, e incluso superarlo. Hubo que vencer dificultades y la suerte de la conjunción de factores favorables que difícilmente se volverán a repetir.

No quedará más que esperar para determinar que nuevas opciones vayan surgiendo y si podemos, ser realizadas. Otros tripulantes vendrán, tanto veteranos como los que participen por primera vez, a todos les deseo que se cumplan sus ilusiones, esperanzas y expectativas en todos los aspectos. Quiero dar las gracias a todos y cada uno de los que han participado en esta ocasión, sin su aportación, entusiasmo y afecto, no hubiera sido posible. Me siento afortunado de contar con tantos tripulantes y amigos de esta calidad humana. Un recuerdo especial para Juanjo y su AZABACHE, con quien he coincidido dos veces en este viaje y con el que espero navegar juntos en alguna ocasión futura.

De momento puedo decir que me siento satisfecho y en cierta manera orgulloso. Viviendo en Toledo (punto más alejado de los tres mares peninsulares) no podía ansiar más. Ahora queda el recuerdo y... claro que si: nuevos planes, mientras tengamos salud e ilusiones.

Empezaba este relato con un  poema de Constantin Kavafis y con él, al menos de modo indirecto voy a terminar.
La Odisea es la narración de las aventuras de Ulises para regresar a su patria, pero en cierta manera puede ser algo mas, pudiera ser la narración de la propia vida entendida como un viaje en el que cada cual trata de alcanzar su Ítaca particular, la vida está en el camino, no en la llegada. Se debe aprovechar ese tiempo que nos es dado sin saber cuánto nos durará. El último puerto es la muerte, que a menudo nos alcanza de modo inesperado.

Lluís Llac en su canción Viatge a Ítaca que se inicia:
”Quan surts per fer el viatge a Ítaca...”
Lo refleja al modo de aquellos que: “que nacieron en el Mediterráneo”

Yo no he nacido en ese mar, pero me crié a la orilla gallega del Atlántico, algo de agua salada debe correr por mis venas y los sentimientos respecto al mar deben ser parejos, o tal vez me he ido adaptando de tal modo que soy incapaz de diferenciar mis identidades en las orillas de los dos mares que envuelven a mi patria.

Cierro los ojos y veo la imagen de una nave abandonando el puerto de Ítaca, con las velas henchidas al viento, se apresta a iniciar una nueva singladura de esa aventura que es la vida y soportar las pruebas y trabajos que los dioses le dispensen. Veo un mar azul, algunos plateados peces, verdes algas, blancas arenas, oscuros montes, brillante cielo. En la boca tengo un sabor a sal y en mi piel noto el sol y el viento. Y allí, en la proa mirando al frente, me veo yo mismo.
No se si el nombre de mi próxima Ítaca se llama: Canarias, Cabo Verde, Fernando de Noronha, El Caribe, Bermudas…, o si ni siquiera conozco su nombre, pero una inoportuna voz en mi interior dijo:
                 -Quizá... ¿Albania y Montenegro?
A lo que yo añadí:
                  -Soñar, ¡cuesta tan poco!
                  ¡Aprovechemos mientras podamos! ¡Carpe diem!
 
 
¡De cuantas maravillas
pueblan del mundo, la mayor, el hombre!
Él, en alas del noto entre la bruma
cruza la blanca mar, sin que le asombre
la hinchada ola de rugiente espuma…

Sófocles, Antígona
 
 
 
 
BARRY
 
It seems I have had the honour of being the first crew member from Australia & perhaps the first crew member who was completely limited to the English language. Neither of these factors limited my enjoyment of my 27 days aboard the Raw Prawn & sharing the experience with Marcelino, Marta, Maruchi, Rosario, Maria, Albert & Roberto. I joined Raw prawn hoping to experience Europe at an authentic level & this is exactly what happened. I have many wonderful memories of the trip & the many great experiences, both large & small that  I shared with Marcelino & the crew members. I especially enjoyed the food, both in the many restaurants we visited & the many meals  prepared on the boat, particularly by our hard working honorary chef, Maria.  And how could I ever forget the Gin Tonica nightly ritual.
 
Marcelino proved an excellent skipper & guide and I would like to especially thank him for the always warm, kind & skilful way in which he guides the adventure of the Raw Prawn & its crew. He clearly loves life, loves the sea & loves the places we visited, especially Morocco, a land where he seems to be particularly at home. However it is a shame about the customs officials.  As Marcelino said to me the morning the 6 of us plus the driver squeezed into a taxi for the drive from Marina Smir to Ceuta, "Barry, re-program your chip, you're in Morocco now!"  For me, my Raw Prawn adventure turned out to be far better & more memorable than just a holiday. It seems I was the trail blazer for the "Down Under, Sailor Cultural Exchange Program."
My warmest regards to Marcelino & all the others I shared experiences with while on "the program".


2 comentarios:

  1. Precioso final para tu viaje Marcelino. Solo siento envidia y admiración de todo lo que has hecho. Ya estoy deseando verte en Huelva pronto para que me cuentes más detalles y darte un regalito que te tengo preparado para tu Raw Prawn, nuestro Raw Prawn.
    Un abrazo muy fuerte y enhorabuena por el viaje. Y que conste que la mejor etapa fue la de Ítaca, en la que yo estaba...jejeje.

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  2. El fin siempre es el comienzo de algo nuevo, sueña, Celino, sueña que la Mar ya corre por tus venas. Las olas, el sol la luna las gentes, son tu catalizador. Mi más sinceros reconocimientos por la labor que realizas; sueña, sigue soñando, cumpliendo los sueños ajenos.
    Un fuerte abrazo.

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