lunes, 19 de mayo de 2014

Fase A - Día 2

Después del desayuno, he ido a hablar con el aduanero jefe de Marina Smir, me ha comunicado, que debo pagarle 10.040 dirhams, lo que equivale a 900 €, me voy con Bob a Smir a cambiarlos, vengo le pago y después de hacer el acta, dentro de lo que cabe terminamos medio entendiéndonos, léase -medio entendiéndome-, con la firme promesa de ayudarme en el futuro a solucionar los problemas que pudieran presentarse, eso me alivia en parte, ya que asumido el “palo” lo más problemático era resolver el modo de proceder en el futuro.
Mientras el resto de los tripulantes capitaneados por Andrea colocan las velas y demás acciones para dejar el barco a son de mar, Bob y yo vamos a Ceuta para dejar allí el coche, con la buena fortuna que todo sale a pedir de boca, y regresamos antes de lo previsto. La comida ya está preparada, lo mismo que el barco ¡así da gusto ser patrón! Comemos un rico pollo con cus cus que ha preparado Maite, nos duchamos y después de hacer los últimos trámites (parece la historia interminable de Mikel Ende), por fin salimos al mar. Josu da sus toques de caracola tradicionales al salir por la bocana que por cierto hoy han empezado a dragar.
El mar está calmo, pero el viento no es el previsto, sigue del este, pero tan débil, que nos deja navegar a 4,5 nudos a pocas revoluciones. Parece que todo funciona bien, estoy contento de abandonar este país, cuyas gentes son tan amables y serviciales, pero cuya administración es un caos impredecible.
“Pescamos” una aro salvavidas, que flotaba en el mar, ¡menos mal, que no tenía a nadie dentro” en Melilla lo limpiaremos y cambiaremos el nombre del barco, por el nuestro. El bien está caprichoso, pero aún haciendo constantes cambios, nos permite ir avanzando hacia destino. La nevera parece que enfría bien, ha hecho unos bloques de hielo que servirán para preparar unos gin tonics en el puerto de Melilla.
A las nueve, nos visita una bandada de delfines, es la primera vez, por tanto gran interés por parte de todos. La noche se presenta fresca, empezamos a ponernos ropa de abrigo. Lo más interesante una bandada de delfines que en combinación con las noctilucas (bacterias que fosforecen cuando son agitadas) dejan tras si una estela luminosa, un espectáculo fantástico del que solo disfrutamos Maite y yo.

JOSU:

Llegamos ayer, después de pasar el sábado en Ávila. Embarcamos tarde y con la hora justa para cenar (caldereta de hurta y un trocito de bogavante). Ni tiempo para escribir unas líneas.
Hoy es día de currelo. Debemos colocar las velas, preparar un par de comidas para el viaje a Melilla, que durará unas 24h, y reparar alguna pequeña cosa.
Andrea cose la tira del patín del puño de driza que se rompió el año pasado.


 
 







Partimos hacia Melilla sobre las 17:30. Nos quedan por delante 24 horas de navegación. A la salida del puerto de Marina Smir vemos un precioso barco holandés con velas cangrejas.







MAITE:

Ya está, ya estamos todos. Ayer cenita y toma de contacto con los compañeros, hoy currar, currar, currar …..   sin descanso jajasjjjjj
Salimos hacia Melilla, la primera guardia, los primeros delfines, repasito a los nudos, aprender cosas nuevas ….. encantada de la vida.


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