miércoles, 7 de mayo de 2014

Preliminares - Día 1

Son las 10,30 de la mañana del día 7 de mayo, dentro de un par de horas partiré al aeropuerto de Madrid para recoger a Bob, ese norteamericano injertado en el centro de Europa, en esa preciosa ciudad rebosante de cultura que se llama Praga. Por alguna extraña razón, ha aceptado participar en este viaje y por otra más extraña todavía, acompañarme a Smir a preparar el barco de modo que cuando venga la primera tripulación al menos lo más importante ya esté terminado.

El año pasado fue Josu quien me acompañó en esta tarea. Tampoco nos conocíamos, pero a raíz de nuestra convivencia, se establecieron unos vínculos de amistad que espero duren mucho tiempo, pero también se despertaron en él cantidad de intereses náuticos que a lo largo de este año se han ido desarrollando. Él me ayudó muchísimo tanto con el trabajo como con su presencia. Posteriormente se hizo cargo de nuestra página web, nunca había funcionado tan bien. Todo esto es cierto, pero también hay que decir que los dos disfrutamos del marisco y pescado así como del exotismo de los lugares que visitamos. Fue tal su afición a la navegación, que este año ha decidió casarse con su pareja de toda la vida, para tener los quince días que les corresponden por boda, de ese modo este año pueden apuntarse a dos fases, haciendo de este modo su luna de miel en el RAW PRAWN. Vaya a los dos mi más entusiasta enhorabuena.
Confío que con Bob, tengamos la misma sintonía y disfrute de ese Marruecos que a sus ojos tiene que ser todavía más exótico que para los nuestros, que le guste el pescado o al menos el cordero. Tendrá tiempo para intuir una civilización diferente, donde casi nada responde a los parámetros a los que uno está acostumbrado, entiendo que puede resultarle a veces incomprensible, lo mismo me pasa a mi muchas veces. Pero también tiene sus cosas buenas y serán en las que habrá que fijarse para recordarlas luego y poder contar a sus amigos checos, en qué consiste la preparación de un barco en Marruecos. Le quedo muy agradecido, la estancia en solitario, se lleva peor que en compañía, además yo mejoraré mi inglés que falta me hace y él irá acostumbrándose al español, que cuando venga Andrea con su “argentino” creerá que es otra cosa y si Josu y Maite hablan en vasco ya no entenderá nada de nada.
En el aeropuerto coincidiré con Salvador, mucho me temo que sus previsiones sean ciertas y no pueda acompañarnos en esta fase, lo sentiré mucho, ya que es una persona excelente y buen compañero de viaje. Andrea, y la “feliz pareja” se unirán a nosotros el 18, si hemos terminado con nuestras tareas les iremos a buscar, para de paso enseñar la costa atlántica a Bob, de no poder, deberán venir en taxi desde Tánger a Smir.

Así de este modo tan sencillo se pondrá en marcha esta aventura que durará para mi más de 120 días, a lo largo de ella, cumpliré mis 66 años, como siempre en estos últimos años (menos el nefasto 2011) en el mar, en la cubierta de un barco, con mis amigos y en este caso con mi mujer recién llegada. Unos días después, cumpliremos nuestros 40 años de casados ¡qué aguante, Dios mío! Claro que yo me apunto a otros 40 en estas condiciones, aunque me temo que no será posible, bien dejémoslo en la mitad…
Este año seremos más tripulantes que nunca, con una presencia internacional variada y muchas nuevas caras. Eso me alegra, nuevas aportaciones, nuevas ideas, nuevos temas de conversación, nuevas comidas. Pero no puedo olvidarme de los veteranos, esos que año a año van renovando su presencia o aquellos que aún queriendo, no han podido venir. Confío que el año próximo pueda prepara un nuevo viaje y entonces…
¿Pero qué es esto? Aún ni siquiera he salido de casa y ya estoy pensando en el siguiente. Debo centrarme en lo mucho que nos queda por hacer, por ver, por sentir, por disfrutar; todo ello con gente que viene a compartir con otros su afición por el mar, por los viajes, por la vida. En lo que a mí respecta he tratado de preparar todo lo necesario para que sea posible, ahora solo nos falta un poco de suerte para que nada impida de un modo importante que lo podamos desarrollar como está previsto o al menos poder acudir a todos los relevos previstos en tiempo y lugar.
A partir de este momento empezará la crónica, acompañada de fotos, en parte será mía, pero me gustaría que todos, he dicho TODOS, participaran en ella, el diario será común, los recuerdos propios de cada uno; el conjunto de nuestras opiniones, será la realidad.
                                                                              


Me encontré con Salvador en el aeropuerto y juntos esperamos a Bob, que llegó puntual. Nos vestimos con los nuevos polos de este año, y nos perpetuamos allí mismo. No cito por vergüenza el episodio del parking (basta decir que me equivoqué de planta y no encontraba el coche) Bob estaba pensando si le daba tiempo a coger el mismo avión de vuelta.
Paseamos por el viejo Madrid, subimos a miradores y nos despedimos de Salvador con la esperanza que se arreglen los problemas laborales y pueda acompañarnos.

       


Cuando llegamos a casa, nos encontramos con la desagradable noticia que el tubo principal de la piscina se había roto y que era necesario vaciarla totalmente para poder arreglarlo. Puse una bomba externa para empezar y con Luis y Pilar con su hijo Guille y nuestro hijo Martín nos tomamos unas cervezas para diluir en ellas el disgusto.
Cenamos a base de pescado, que había traído de Portugal y con buen ambiente llegó la hora de irse a dormir.

2 comentarios:

  1. Hola soy Marian y pruebo el blog.

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  2. Hola desde Cubelles ya tenemos a Claudia y a Daniel aqui preparados para embacar. Esta noche cena en el puerto de Sitges. Habituandose a la comida Mediterranea. Duro!!!! vino del penedes pescadito frito y paellitas.
    Saludos
    M.del Carme

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