Toda la noche con rachas fuertes de viento, parece que para, pero lo que hace es tomar fuerzas para atacar de nuevo, parece que hoy será el último día y mañana podremos navegar de nuevo. Los gallos de nuestro vecino de tierra saludan al sol con sus cantos.
Hoy iremos a recorrer la isla, disfrutar de sus paisajes, volveremos para ver el partido de Argentina, eliminada Francia, quedan las selecciones de ese país y Holanda como las favoritas. Ayer se me olvidó poner en el diario la “expedición” de pesca con arpón capitaneada por Dani y secundada por Jeremie y Marc, pero a pesar de la prestancia y ánimos, el resultado fue más bien escaso, es decir nulo. Como los interesados no han hecho ningún comentario, no seré yo el que lo haga…
A primera hora desconectamos una de las dos baterías de servicio, ya que consume mucha agua y puede que perjudique a la otra; habrá que reponerla.
Empezamos yendo hasta unos molinos, desde donde hay la mejor perspectiva del monasterio, que mas bien parece una fortaleza.
Todo está blanco, impoluto, se pasan el día pintando, los modernos sistemas de vida, no les afectan demasiado, el pescador remienda sus redes pacientemente para ganarse un jornal y el pintor tiene tarea asegurada.
Vamos recorriendo sucesivas playas, hasta que encontramos una que nos gusta, no tiene nada, ni sombrillas, ni hamacas, ni chiringuito, solo unos tamarindos enormes bajo los cuales nos cobijamos del sol y comemos bocadillos, nos bañamos y una siestecita se impone:
Seguimos la ruta hacia el norte, allí se nota más el viento, pero las playas son igual de bonitas
Terminamos la jornada tomándonos una cerveza en esas mesas que están en la playa, que incluso te llega la espuma del mar.
Hacemos algunas compras, Marjo y yo nos vamos al barco y el resto a ver el partido, la verdad está siendo un mundial mediocre, donde los equipos grandes pasan apuros con los modestos, ayer ganó Brasil según parece de suerte, veremos que pasa hoy tanto con Holanda como con Argentina.
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