Fase E - Día 2

Las despedidas siempre son dolorosas, aunque todos entendamos que debe ser así, cuesta decir adiós quienes han convivido tan estrechamente y compartido tantos buenos momentos juntos.  Esta es la imagen de las dos tripulaciones en el momento de la despedida:

 

 

 

Hemos ido a la lavandería para recoger la ropa. Juanjo me dice que viene a cenar a Taormina con sus tripulantes, hemos comprado carne para hacer una barbacoa. Vamos a repostar, en un sitio tan pequeño que costó meter el barco, pero no hubo problemas. A las 11,30 estamos navegando, viento suave de ceñida. Un buen Ángelus inicia a los neófitos en esta celebración tan grata, luego siesta por turnos.
Pasamos por ACICASTELLO y las islas del Cíclope, esas que según la Odisea les trió a Ulises y sus compañeros por haberle burlado su vigilancia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A las 18 horas quedamos amarrados a una boya en Taormina, por la cual nos cobran 50 €, Juanjo y sus muchachos llegarán por la noche para cenar, nosotros nos damos un baño y tomamos un gin tonic, toldo de fondeo bajo un sol de justicia.

Al atardecer llegan los NUEVE tripulantes del AZABACHE, los recojo en una playa cercana. Grandes alegrías, besos, abrazos, historias, recuerdos… La barbacoa funciona a tope y los QUINCE comensales son satisfechos, los pequeños se van distribuyendo por el barco, mientras los mayores prolongamos la jornada con unos chupitos, luego… cada mochuelo se busca un olivo donde pasar la noche. Una gran alegría ver a todos, especialmente a mi hijo Martín a quien hacía más de dos meses que no veía.

 

CLARISA

Soy la reina de los mares, estoy rodeada de hombres cinco nada menos, pero a favor tengo el que todos son buenos compis, ja,ja. Os iré contando  cotilleos los días posteriores. Saludos desde Taormina después de un estupendo baño-

 

MIGUEL

Bueno, ya estamos aquí  y, sorprendentemente al menos para mí, aún no he echado la grava, ¡a pesar de haber evitado intoxicarme con una sopa de biodraminas! . Cuando acabe esto espero contarlo.

Bueno, de momento, fantástico incluso con el curso acelerado de Marcelino. Los templos, alojamiento, comidas y viajes. Y hoy, aunque no hemos ido aún a Taormina, lo que se vislumbra desde el barco no puede ser mejor. Lástima de los puros que nos están metiendo  cuando atracamos , tanto en Catania como aquí en Taormina. Creíamos que éramos nosotros los que atracábamos y de eso nada; ¡son ELLOS los que nos atracan!....