Casi no hemos
avanzado nada por la noche, menos mal que al amanecer el esquivo viento nos
vuelve a ser favorable, eso permite ir solo a vela, a rumbo y con buena
velocidad; solo nos falta el atún.
El día va
pasando suavemente, lo mismo que el barco por la superficie del mar impulsado
por el viento, allá al medio día nos quedamos sin él, entonces el sol aprovecha
para lucirse a nuestra costa, nosotros reaccionamos dándonos un baño, pero a
pesar de todo, hace un calorón…
Ponemos el motor para llegar mañana por la
mañana. Se acerca el momento del relevo, ese cambio de tripulaciones, que en
este caso también será completo. La E (excepcionalmente de siete personas) lo
ha hecho todo fácil, tanto los veteranos como las dos “nuevas” han congeniado
muy bien, el buen humor ha estado siempre presente, lo mismo que la ayuda
mutua.
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS A TODOS VOSOTROS, así es muy sencillo patronear.
Dentro de 70 millas acabará un recorrido de 546. A lo largo de él hemos pasado
por sitios de fama mundial y otros menos conocidos, pero todos ellos
disfrutados con las mismas ganas. Ahora nos quedan un par de días en esa
Sicilia, que es más que una isla. Sólo veremos algo de su parte este, pero será
suficiente para darse una idea de lo que atesora, para algunos será el
principio de otro viaje más extenso. Confío que el año próximo tenga la fortuna
de contar otra vez con todos vosotros y ¿quién sabe, tal vez antes nos volvamos
a ver? A Mariá seguro, ya que será tripulante otra vez de las dos últimas
fases.
Marià
Tal como predije
la noche ha sido maravillosa, la vía láctea, Casiopea, las osas, la polar, un
par de estrellas fugaces que parecían
bólidos cayendo a tierra y he visto pasar la estación espacial, viendo
todo esto, un rato acompañado de Maria del Carme nos recordaban las noches pasadas
en el alto pirineo, en el mes de agosto viendo las lagrimas de San Lorenzo.
Amanecer
fantástico con el dios Ra en todo su esplendor, sin nubes en el horizonte y
parte del día navegando a vela, lástima que al mediodía cae el viento y tenemos
que poner motor, el calor es asfixiante. A ver si tenemos suerte y el capitano
se apiada de nosotros y da permiso para el gin tonic (ya llevamos varios de
retraso y habrá que ponerse al día). Espero que de permiso, esto como los toros
–si el tiempo y la autoridad competente lo permite-.
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