Fase D - Día 3

Levamos las anclas y ponemos rumbo a la ciudad de ITSMIA, (la que da nombre a todos los itsmos, incluso a las estrecheces de las arterias que se llama ISQUEMIA) Por supuesto el viento viene bien de morro, ¡menos mal que solo hay 27 millas!. La mañana discurre plácidamente, ya que el viento al menos refresca el ambiente y el sol no abrasa. La velocidad media es de 2.5 nudos y eso que el motor va al máximo de revoluciones aceptables,  PACIENCIA.

El canal de Corinto de solo 6 Km de largo se empezó a construir en época de Nerón, pero se abandonaron las obras, tres meses después. Hasta 1882 los franceses no acometieron la obra, pero la compañía quebró y fueron los griego quienes en 1893 lo inauguraron. Las rutas marítimas experimentaron un gran cambio y el Pireo pasó a ser el puerto mas importante de Grecia. Su anchura es de 25 metros y la profundidad de 8 metros, los muros alcanzan los 80 metros. Lo atraviesan varias carreteras y un tren.

 

Nos abarloamos delante de la torre de control, pagamos las tasas de paso: 225 euros y nos hacemos la foto oficial, inmediatamente empezamos el cruce. Al principio es relativamente bajo, pero luego se va elevando y vas completamente encajonado, tenemos una corriente en contra de unos dos nudos y el plotter dice que vamos por tierra en vez de por el agua. Nos hacemos fotos que perpetúen el hecho:

Afortunadamente terminamos de pasarlo sin problemas,  en el Jónico nos recibe un fuerte viento, hay que buscar un puerto refugio, Emilia y Lourdes se encargan de ello y recomiendan el de Corinto, que está a una milla, al atravesarnos a la ola se cae al salón la “jardinera” llena de sal. Con algunos apuros conseguimos quedar amarrados, aunque tenemos seis amarras por la parte de barlovento, mas el ancla de popa. Felicito a la tripulación por haber superado brillantemente esta prueba al inicio de su estancia. Gintonic, comentarios y cena.















 



He aquí un patrón feliz de haber superado con su barco un hito más en sus navegaciones.



 

 

Lourdes

Hoy hemos cruzado el Canal de Corinto a última hora de la tarde, con una luz preciosa y con la suerte de atravesarlo nosotros solos, sin más barcos, lo que nos ha permitido hacer mejores fotos. Todos coincidimos en que ha sido un momento muy emotivo, por lo bonito del lugar y por lo histórico (por supuesto Marcelino nos ha contado la historia del canal, las dimensiones, etc.). Maravilloso. Otro día maravilloso.

 

 

MARIÁ

Nos despertamos de buena mañana y levantamos el fondeo, poniendo rumbo al canal de Corinto, que veré por segunda vez, pero por dentro, será una experiencia  nueva y excitante navegar a su través del mar Peloponeso al Jónico (Espero que la gente que estará encima del puente no nos tiren nada. ). Nos vamos arrastrando hacia él penosamente con el viento y la mar de morros, para variar, ya solo estamos a diez millas, que nervios.
Ahora que me acuerdo tenemos que preguntar quien es el nuevo campeón del mundo.


Ya hemos pasado del Egeo al Jónico por el canal de Corinto, una pasada ver esas paredes verticales que te envuelven, es una sensación extraña que no se cómo explicar.
Otro hito en mi bagaje de navegante que muchos no harán jamás, como el entrar en Venecia y atracar en el pequeño puerto de la isla de San Jorgio el Majore.