¡Qué bien he
dormido, son las ocho de la mañana! No se mueve el barco. Todos duermen, me voy
a comprar unas ensaimadas para desayunar, seguro que eso les alegra el
despertar.
Baldear el
barco, destazar el atún, ducharnos, preparar la comida nos lleva la mañana,
vienen Juanjo y Esther a comer, tar-tar, huevas y marmitako, de postre un buen
queso mahonés con vino marroquí. Gran siesta, al despertar viene Mariá con su
hermano mujer e hijas, enseñar el barco y contar algo de nuestro estilo de
vida.
Nos vamos
todos a dar un paseo por la ciudad y a cenar en un bar de tapas muy originales
y baratas, cosa rara en Baleares.
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