lunes, 16 de junio de 2014

Fase B - Día 12

Toda la noche sin viento y a motor.

Es el momento de cambiar el pabellón maltés por el griego. Pongo un CD con música de Bazouki ¡hay que ir ambientándose!

Por la mañana vuelve algo el viento –vela y motor- en un mar calmo.

Hay que empezar a hacer reparaciones, poner las cañas en posición de pesca, Jeremie TIENE QUE
SACAR SU ATÚN, ese que ayer se le esfumó.
Al medio día el calor aprieta y el viento amaina, es el momento de darse un baño en esa piscina de 4.000 m de profundidad, no hay que tener miedo de saltar y darse con el fondo. Una vez frescos, hay que colocar el foque principal en su sitio; es el momento de reponer fuerzas con unos macarrones. Luego siesta buscando la sombra del perro, cada vez mas escasa.
En plena solana una caña empieza a cantar, al poner el freno el atún se desengancha, está visto que Jeremie “no quiere pescar” le daremos otra oportunidad, dicen que a la tercera va la vencida.
La tarde languidece con la música de Madeleine Peyroux, Un gin tonic con abundante hielo viene a refrescar cuerpos y almas, esperamos ardientemente que algún atún “inoportuno” venga a interrumpirnos, pero su proverbial cortesía se lo impide, confío que se presenten a la puesta del sol.
Por la noche, antes de salir la luna, el carrete con la rapala grande empieza a desenrollarse a toda velocidad, debe ser un bicho enorme, quitamos motor, cuando pongo el freno, se rompe el hilo y a nosotros se nos queda cara de tontos, HEMOS PERDIDO TRES DE TRES.

Hay numerosos barcos, se ve que es una ruta comercial.


JOSU

La noche es fresca y amanece también fresquito. A medida que el sol asciende, comienza a subir la temperatura. Si unimos esto a la falta de viento, hace que el calor sea insoportable. En realidad sí hay algo de viento, pero es un viento contrario a la dirección del barco y de la misma intensidad. Si sumamos la velocidad del barco y restamos la velocidad del viento, al ser estas iguales, obtenemos que a bordo el viento es 0, patatero!!

Pero a grandes males, grandes remedios. Apagamos motor y dejamos el barco al pairo, movido únicamente por la vela mayor que nos impulsa a una velocidad de 2 nudos.
Soltamos por popa un cabo con dos defensas en su extremo y nos lanzamos al agua. Aprovechamos para darnos un pequeño baño con jabón. Después, el agua dulce de la ducha de popa nos retirará la sal del cuerpo.


   


El remedio al calor por la tarde es distinto. Recurrimos a un gin-tonic con hielo. Hielo blanco!!! Hielo duro.!! Hielo frío!! 

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