A las 7,30
salimos del magnífico emplazamiento de LINDOS camino de Rodas, no hay viento,
vamos solo a motor. No se si habrán terminado la marina que dice el PILOT que
estaba en construcción, pero que no figura en las cartas náuticas de los
sistemas electrónicos, siempre nos quedará la opción del puerto viejo de
MANDRAKI o fondear. En todo caso debemos encontrar alguna solución para
arreglar el piloto automático que tanto servicio nos presta. También deberemos
cambiar el aceite, habremos hecho 1.780 millas de las 3.800 totales.
Será el momento
de colocar la nueva bomba de agua salada y soldar el cable de la radio BLU,
también desatascar la tubería de una de las bombas de achique y cambiar el
interruptor de la otra que da fallos; vamos, lo normal en un viaje tan largo.
Hay que llevar
el timón a mano, estos son los dos tripulantes, distinguidos con “mención
especial “ por su precisión en la ruta”:
Tal vez sea el momento de hablar
algo de RODAS. Es la isla del sol HELIOS.
No es una isla cualquiera de Grecia, a sus escasos 1.500 Km2, han
llegado personajes como Alejandro Magno, Pablo de Tarso, los caballeros de San
Juan, Solimán el Magnífico. Sin olvidar que allí se situaba el Coloso, una de
las siete maravillas del mundo antiguo. Su capital se conserva intacta con su
pintoresco casco antiguo suma de las diferentes culturas que lo ocuparon. Es
patrimonio de la humanidad.
Fondeamos frente al puerto de
MANDRAKIS, ya que la marina que estaban construyendo se ha quedado en un simple
proyecto y está sin terminar.
Con el dinguy vamos a tierra para
tratar de buscar una solución al piloto automático, Javier y Dani están seguros
que se podrá arreglar, yo les creo a pies juntillas. Pasamos por los pilares
que un día se supone sustentaban al coloso, que además era un faro.
Encargar la pieza original de
RAYMARINE no da tiempo, hacer otra con torno es carísima y lenta, por tanto se
impone la solución “de fortuna” ¡menos mal que ha ocurrido con dos
especialistas a bordo.
Volvemos
al barco, la comida preparada y la sobremesa se alarga, ventilados por el
meltemi. Los dos técnicos (Pepe Gotera y Otilio) se lían con OTOLINA y la dejan
apañada para los próximos veinte años, o al menos eso, ya veremos que pasa
mañana cuando naveguemos
La tarde pasa entre reparaciones. A
falta de prueba de navegación, el piloto automático ha quedado perfectamente
reparado. Se ha cambiado el interruptor de la segunda bomba de achique que
estaba pulverizado (el agua salada, es como ácido). El problema fue que al
instalar la nueva bomba de pié de agua de mar, pierde. Dani la desmonta,
engrasa y mañana se intentará poner de nuevo en su sitio, confío que entonces
no pierda, si lo hiciera habrá que tirarla y sellar su tubería.
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