domingo, 8 de junio de 2014

Fase B - Día 4

Ayer mientras preparábamos la barbacoa, muchísimas sardinas saltaban fuera del agua enloquecidas, sobre el barco, sobre el muelle, parecían peces voladores, dedujimos que al intentar escapar de algún predador. Al ir a  internet vimos millones de ellas formando bancos, de tal manera que las pescaban desde el muelle con un salabre, de vez en cuando el fenómeno se volvía a repetir, nos dijeron que eran las barracudas, de las que trataban de huir. En un bar de jóvenes al que fuimos había  un ruido “musical” tal que era imposible hablar, menos mal que la conexión era buena.

La noche ha sido tranquila, por la mañana sigue sin haber agua en la manguera,



 ¡tendremos que irnos sin rellenar! Tenemos viento del NE, el pronóstico GRIB es de vientos variables y flojos, creo que hoy antes del medio día emprenderemos el camino a Gozo, para llegar con luz al primer sitio de fondeo.

El sol ilumina LA GAMBITA ¡qué guapa está! Con su casco brillante y la ropa de sus tripulantes puesta a secar, es un barco “vivido” y así le gusta a ella.

Conseguimos llenar los depósitos de agua a tope, ahora tenemos autonomía para al menos una semana. Devolvemos el coche y recogemos los pasaportes, solo nos queda decir adiós a este puerto que tanto cariño le tengo, Mariá algún día entrarás tú en él, de momento ya tengo tus alcaparras.

A las 10,30 abandonamos puerto suenan las campanas que llaman a los fieles a misa. Nosotros damos los cuatro toques de caracola. Nada de viento, ponerse crema solar con brocha, deseando llegar a un buen sitio para poner el toldo de fondeo y baño refrescante ¡al fin calorrrr! Llegó el verano, las chicas en bikini y los chicos… pues como podemos. 

Pasamos por Punta Spadillo, cuyo faro está sobre la lava, al fondo la Montagna Grande. A sus pies terrazas plantadas de vides.









Preparamos barbacoa para terminar las sardinas, que tanto juego nos han dado y las exquisitas berenjenas redondas y enormes.
Mientras se calientan las brasas Jeremie sube al palo para bajar el cabo de la bandera de cortesía y reparar la protección de la cruceta superior que se ha caído. 







Después de comer emprendemos camino de Gozo, GHAWDEX (en su idioma).

Unas palabras de introducción del archipiélago maltés:
Islas calizas en el medio del Mediterráneo son una mezcla compacta de historia, vacaciones y afable hospitalidad. Los primeros templos se construyeron aquí por una civilización de la que no se conoce nada, datan d 6.500 a 7.000 años A.de C. es decir más de 2.500 años antes que las pirámides egipcias. Desde las amables invasiones fenicias, a las bruscas de las Cruzadas, el asedio otomano o la destrucción en la segunda guerra mundial. Tierras deseadas, lo mismo que su fantástico puerto natural.

La lengua maltesa es una mezcla del árabe y el inglés, los españoles tuvimos dominio sobre la isla Carlos V se la cedió a los caballeros de la Orden del Hospital o de San Juan de Jerusalén, con un alquiler simbólico de un halcón al año (de ahí lo del halcón maltés), debiendo defenderla de los turcos, lo que hicieron hasta el límite de sus fuerzas. Luego fue francesa e inglesa, hasta que en 1974 lograron su independencia. De sus ocho lenguas, se derivan las puntas de la cruz de malta.

Me echo una siestecilla cuando los gritos de ¡atún, atún! Me despiertan, todo el mecanismo de pesca se pone en marcha, lamentablemente el hilo se rompe y perdemos el pescado y lo que es peor una
YAMASITA, ¡qué le vamos a hacer, unas veces se gana y otras se pierde. Sustituyo el engaño por otro, que nunca antes había intentado, veremos lo que pasa.
Tenemos un viento de aleta de 20 nudos que nos propulsa a 7,5 nudos de media, no estaba previsto, pero sea bienvenido mientras nos dure. ¡Las banderas van hacia proa!
A la hora de cenar aparecen unos delfines que juegan en la proa a pesar que alcanzamos puntas de 9,2 nudos; los nuevos incorporados se maravillan con sus evoluciones.
A las 22 horas tan rápido como apareció, cambia de dirección  y de intensidad, flojo y variable.







CLAUDIA:

Estamos en la cala del Arco del Elefante, hace apenas una hora que fondeamos, Marcelino, Dani y Josu se metieron en el agua, pero Josu salió enseguida porque le picó una medusa, tiene dos cicatrices como costurón en el brazo.
No me atraía mucho meterme en el agua porque para mi gusto está fría pero el solo hecho que las medusas lo picaran a Josu me terminó de convencer de dejar el baño para cuando estemos en la cala de Gozo!!!!

El paseo de ayer por la isla de Pantelería fue hermoso, la posibilidad de recorrerlo en moto le da un atractivo especial, cada uno de los lugares que visitamos me gustó más que el otro pero la cala de Gadir donde están las aguas termales me flipó (como dirían los españoles) ya que el agua termal estaba tan pero tan caliente que me costaba sumergirme lo tuve que hacer muy despacio.

Después del largo paseo por la isla paramos en el super y luego de aprovisionarnos lo suficiente volvimos a barco.

Hoy tuvimos un desayuno rápido en Pantelería y luego partimos, el tiempo está más que especial. Solo tenemos la preocupación de la cena, todo lo demás marcha solo!!!


JOSU:

Ayer recorrimos toda la isla y comimos y nos bañamos en la cala “El arco del elefante”. Es una cala de roca volcánica y se puede ver perfectamente cómo la lava llegó al mar donde se solidificó.



Para cenar la ansiada parrillada de carne, con muslitos de pollo y hamburguesas de ternera. Para rematar la faena, unos espirituosos –grappa italiano- y una shisha de menta.

Hoy el capitán nos ha permitido dormir hasta las 8 horas y después de un buen desayuno y algunos trabajitos, hemos partido con la idea de comer fondeados en una cala. Lo hacemos cerca de una pared de lava. Hace mucho calor y el mar está transparente y fresquito. Se ve alguna que otra medusa pequeña. Nos lanzamos al agua con las gafas de bucear. El fondo, a unos 12 metros, se ve perfectamente. Cuando me acerco al barco noto un latigazo en el hombre izquierdo. Vaya!! Ya me ha tocado una medusita. El capi me recomienda usar vinagre y la verdad que el resultado es asombroso. En unos minutos desaparece el escozor. Ahora me duele el resto: los hombros y la espalda, pero eso es debido al exceso de sol de ayer. Me he quemado… de nuevo.


1 comentario:

  1. Ay!!! Hay que comerse el corazón?? Qué emoción!!!! Me estáis poniendo los dientes largos. Marcelino déjate alguna aventura para los que salimos de Atenas. Lu.

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